Hoy os voy a dar dos nombres propios, – en principio casi igual de desconocidos para el gran público -, que han tomado caminos bien distintos: Barceló y Valporquero. Por culpa del dinero.
El primero está hoy en el candelero, después – y a pesar – de las polémicas del "desmesurado" coste de su última obra, en estos tiempos de crisis. Y de su "sospechosa e inapropiada" financiación. Aunque Miquel Barceló no sea demasiado conocido, hasta ahora, por su valor y sus merecimientos. Y eso también es triste, muy triste, reconocerlo.
El segundo nombre es casi sólo local: leonés. Aunque merezca ser más famoso, y más disfrutado. Porque es muy disfrutable, os lo aseguro (a los que no lo conocéis). Pero a esta maravilla, a la que le sobran merecimientos intrínsecos, le falta algo, – o mucho – de lo prosaico de los euros. Lo que le sobra al primero. Eso es lo que yo llamo "un agravio comparativo".
La siguiente serie de fotos parece que fuera parte de una misma historia de maravillas. Pero hay una gran diferencia a favor de nuestro portento y prodigio natural, local y leonés. A mí no me cabe ninguna duda. Por ello, os dedico el diaporama del final, (A LO GRANDE), y del principio. Para que a todos vosotros tampoco os quede ninguna duda.
Anuncios
En efecto, Alfredo: por mucho empeño y tesón que el artista ponga en su obra y por millonarias financiaciones que la amparen, nunca llegará al nivel de perfección que la Naturaleza consigue por sí misma y "de gratis" (pues el coste de la entrada a Las Cuevas de Valporquero es testimonial, solo para sufragar iluminación y mantenimiento de unos accesos a las diferentes salas)… Pero continuarémos… obstinados en nuestro papanatismo felicitándonos y admirando a ese ínfimo remedo (que es la obra de M.Barceló) de La Belleza . Gracias, una vez más, Alfredo, por hacerte eco de esta carnaza que los " Medios de Infusión" nos echan, como si fuéramos mendigos y además necios… Manuel